Hoy es un pueblo fantasma

 Según el sociólogo Luis González Oquendo en su tesis doctoral, “Acción colectiva y espacios de poder en una ciudad-petróleo. Ciudad Ojeda, 1937-1989”, se cataloga a Tasajeras como un “poblado pre-petrolero”. Este mismo fue declarado patrimonio construido por el Instituto de Patrimonio Cultural.

Sin embargo, Tasajeras es un vestigio de lo que alguna vez fue un pueblo importante.

Su apariencia es la de un espacio abandonado, calzaría perfectamente como escenografía en alguna producción audiovisual de terror o de ciencia ficción. En el pasado fue habitado por trabajadores petroleros, de la industria maderera e incluso comerciantes locales. Actualmente sigue en proceso de reubicación y demolición, aunque antes de la pandemia por coronavirus ese proceso parecía estancado.

La localidad se encuentra protegida por el Muro de Contención, su superficie se encuentra por debajo del nivel del agua del Lago de Maracaibo. El pueblo es costeño, y lo atraviesa la antigua Carretera Nacional. Se encuentra entre Ciudad Ojeda y los campos petroleros de Lagunillas.

Pocos habitan la zona, la mayoría se marchó hace tiempo. Tasajeras es también víctima del fenómeno de subsidencia, por lo que el suelo cede, producto de la extracción de petróleo constante, haciéndolo un lugar poco viable y peligroso para un asentamiento humano.

Al darse un paseo por el lugar se ve maleza. La vegetación se apoderó del terreno. Altos árboles y diversos arbustos brindan privacidad. Los caminos de piedra y los senderos terminaron siendo reclamados por la naturaleza, aunque igual las personas han usado estos espacios como vertederos a cielo abierto.

Antigua avenida principal.

El lugar es conocido por ser peligroso. Entre el espesor de las plantas se acogen serpientes y otros reptiles, alacranes y felinos salvajes. También hay vidrios rotos por el camino, senderos de relieve irregular y restos de vehículos quemados o accidentados. Asimismo, por los suelos se encuentran cables de cobre, pertenecientes a las empresas nacionales de telefonía y electricidad.

Quedan los esqueletos de algunas casas, comercios y de la iglesia. Algunas están habitadas, aunque embestidas por la erosión y el paso del tiempo. Muchas se hallan desplomadas en el piso, a veces con apenas unas vigas o paredes que se mantienen en pie.

Tasajeras se convirtió en un pueblo acechado por el fantasma de lo que fue en el pasado.

Casa en ruinas.

Lugares cerca: Muro de contención.

Autor e imágenes: Andrés Tudares.

Comentarios

  1. Da mucha pena el ver cómo un lugar con tanto potencial y lleno de vida terminó como un vertedero de basura.

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    1. Y muchos llamaron a la gente loca por decir que ahora por ahí se aparece la Soyona

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